martes, 9 de junio de 2015

Nota Estreno La Capilla Por: Roberto Sosa.

La Antígona

Es una presa política, fue detenida por su activismo, por defender sus ideas, por protestar en contra del gobierno; fue detenida por levantar la voz. En prisión le gustaba contar historias, su favorita es la de Antígona, por eso le pusieron “La Antígona”.
Antígona carga el peso de ser hija de Edipo; sus hermanos Eteocles y Polinices, se matan entre ellos, uno en manos del otro por el trono de Tebas. Su tío Creonte se convierte en rey y decide dejar insepulto a Polinices. Antígona escarbará la tierra con sus uñas para dar sepultura a su hermano.
CeciLia Ramírez Romo escribe y actúa La Antígona, un trabajo unipersonal con la analogía entre los dos personajes; Antígona es el pretexto para contar una historia de injusticia y dolor. Ramírez Romo conoció a la joven presa y decidió seguir su caso: “porque me puede suceder a mi”. Escribe la dramaturgia con la visión de una mujer comprometida con su realidad, con responsabilidad y con la necesidad de expresarse. Detrás del texto, se nota el arduo trabajo que desarrolló Cecilia en su elaboración.
Desde el escenario, el trabajo de la actriz es con pasión y entrega, con fuerza interpretativa; el sudor que escurre por su cuerpo, moja el escenario, como la sangre de los miles de muertos mojan el suelo de México. Las metáforas aparecen en muchos sentidos y en todo momento durante el desarrollo de la obra para recordarnos –desde su perspectiva-, lo jodido que está nuestro país.
La dirección es de Pilar Couto, en su trabajo se entiende la empatía con el texto y la afinidad de pensamiento con la actriz. Transitan por el mismo camino, en una sola dirección. Ven hacia un mismo punto. La visión de dos mujeres (esto me ha llamado siempre la atención) con los dos personajes femeninos. La mirada de mujeres, que ven a otras mujeres (y no es para nada un discurso feminista).
En su formación artística, Couto tiene fundamentos para dirigir con certeza y sensibilidad; la narración lo transforma en orgánico y lo evoluciona en un discurso emotivo (se siente la enseñanza de maestros como Eugenio Barba); utiliza la multimedia, un elemento que aporta imágenes y números para complementar el sermón escénico. Una puesta en escena –así la veo- redonda y equilibrada.
La Antígona es un monólogo, pero su voz no está sola, es la de miles de mujeres que han sido calladas; es la voz de las presas, las secuestradas, las violadas… las muertas; el discurso es hacia dentro, consigo misma, para que desde sus entrañas salga un grito enorme, que se escuche por el todos los rincones de este país. El escenario teatral es el medio. “Ojalá todo se solucionará con un telón en la espalda…”
Con la producción de Rebeca Trejo, La Antígona se presenta en La Capilla Teatro, Madrid 13 en Coyoacán, del 3 de junio al 8 de julio. Funciones los miércoles a las 20:00 horas.

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