miércoles, 28 de octubre de 2015

domingo, 25 de octubre de 2015

Coloquio de Teatro Nuevo León.

Fotografía: Angel Ortiz.
Coloquio de Teatro Nuevo León.
Monterrey, Nuevo León.
Septiembre-Octubre 2015


"LA [Antígona]"






viernes, 18 de septiembre de 2015

Coloquio Nuevo León 2015

Este 2 de octubre 2015 estaremos en Monterrey, N.L. con dos funciones en la Sala Experimental.
17:00 hrs y 20:00 hrs.

LA ANTÍGONA sale a caminar por el mundo.

¡Los esperamos!

jueves, 9 de julio de 2015

NOTA LATENTE / Por: Felipe Torres

Escrito por Felipe Torres Landaverde
Categoría: DRAMA
 Publicado: 07 Julio 2015
 Visto: 87
La Antígona

Por Felipe Torres Landaverde
Fotos: © 2015 Felipe Tolan

Presa durante una manifestación, una estudiante universitaria es atrapada y enviada a una de las cárceles de mujeres de la Ciudad de México. En un ambiente hostil, asustada e imponente, comienza a contar historias entre las reclusas y de forma teatral impresiona a sus compañeras. Su primera historia fue una vieja tragedia griega que describe su actual historia y le otorga el alias durante su presidio: Antígona.
En esta puesta en escena, Cecilia Ramírez Romo nos deja ver dos grandes actuaciones: la primera, la desesperación e impotencia de una estudiante universitaria que es inculpada de numerosos crímenes sociales y es encarcelada injustamente por seguir sus ideales; y la segunda, la interpretación de cada uno de los personajes de la tragedia griega escrita por Sófocles.
La última función es este miércoles 8 de julio a las 20:00 hrs. en el teatro la Capilla, en la Colonia del Carmen, Coyoacán. No se pierdan esta obra de teatro que sin duda será un deleite para los amantes del teatro.


Antígona
Dramaturgia, interpretación y creación escénica
Cecilia Ramírez Romo
Dirección
Pilar Couto
Teatro La Capilla
Madrid No. 13

Colonia Del Carmen, Coyoacán

miércoles, 17 de junio de 2015

NOTA- Aplaudir de Pie

“La Antígona” de Cecilia Ramírez Romo. 

Las heridas abiertas de la juventud mexicana

antigona
El espectáculo unipersonal de Cecilia Ramírez Romo (dramaturga y actriz), beneficiaria del programa Creadores Escénicos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes 2014-2015, dirigida por Pilar Couto, es una obra más de las que se suman a la preocupación social por la violencia con la que el Estado mayor pretende la quietud y obediencia ciudadana. De tal suerte que la exhibición de las heridas abiertas, del dolor provocado por la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa que recuerda la fatalidad con que fueron maltratados los jóvenes que participaron en el movimiento estudiantil de 1968 en la Ciudad de México y los cuerpos encontrados en fosas –que se ha vuelto cosa de todos los días- es el pretexto motriz de este montaje.
Apegado a los parámetros impuestos por el teatro posmoderno, que al parecer es el que mejor se lleva con el teatro que reclama justicia o el que se utiliza por convención, al entrar al teatro, el espectador encuentra sobre el escenario a una mujer arrojada en el suelo sobre una tabla de madera, una silla, una guitarra eléctrica, y una tela blanca de fondo que pronto descubriremos funcionará como proyector y como toga griega.[1]
A la tercera llamada se apagan las luces del teatro y se proyecta un video introductorio de corta duración que cuenta la historia de una niña que busca a su padre en las estrellas del cielo, la niña crece y deja de hacerlo sin saber que en efecto en el firmamento hay alguien que la mira y protege. La orfandad del personaje no justifica su carácter pero enternece, dispone al espectador a escuchar su historia. Es entonces que la mujer, “Mariana Muñoz”, una estudiante contestataria de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, que ha sido encerrada en la cárcel injustamente como todos los presos políticos (según la lógica del montaje)  se presenta ante el público luego de que este la mira retorcerse en el suelo con brusquedad y dando gritos estruendosos. Porque así aprendimos a manifestar la pena, con el escándalo, para que los demás se enteren de que estamos sufriendo, para que los demás crean que por más alta que se levante la voz el sentimiento es más profundo.
La exhibición de la preocupación de la juventud mexicana se contará en varias voces, Ramírez Romo interpretará en la función a Creón, a la Antígona de Sófocles  (la mítica), a un lacayo de la prisión, a un lacayo de Creón y, por supuesto a la Antígona redefinida como presa política mexicana. Todas esas voces han de seguir una a la otra para ilar la narración. La interpretación de los papeles es loable pues como hemos sugerido demuestra una capacidad histriónica que promete una carrera cada vez más interesante.
Durante la obra, el personaje principal, la estudiante encarcelada, interpretada por Cecilia Ramírez Romo, de imponente presencia y rasgos severos y seductores, nos contará los motivos que la llevaron a prisión, esta narración servirá para reprochar el funcionamiento del gobierno actual. Esta cuestión se enfatiza cuando la mujer comienza a narrar la tragedia de Antígona escrita por Sófocles, tal como supuestamente se las actuaba a sus compañeras en la cárcel. La primera vez que se menciona el nombre de Creonte (el emperador tirano del mito) aparece en la pantalla, por un instante una imagen del presidente Enrique Peña Nieto. El señalamiento, la conexión no podrían ser más evidentes.
La mujer se identifica con el personaje mítico y acepta gustosa el sobrenombre con el que será conocida por el resto de las presas. La mujer traduce la historia de Antígona a su propia realidad, respetando la convicción de que “toda historia ha sido antes imaginada, ninguna historia es nueva y cualquier historia podría pasarle a cualquiera”.  Sin duda el personaje de la presa política representa el ideal de convertirse en mártir de cualquiera que se precie de poseer un estilo revolucionario. De aquel, que consiguiendo la represión definitiva, se vuelve por cuestión de días –hasta que se agote la noticia-  una especie de héroe nacional.
La obra se inserta por diversos motivos en una corriente que todavía no delata su desgaste. Complace porque incide en la preocupación de su público ideal, porque celebra la victimización de quienes mueren en lucha y resistencia. Valen la pena sus instantes de verdad, cuando el brillo de Ramírez Romo se evidencia y su voz se esclarece. Cuando habla con franqueza, casi siendo ella misma a los espectadores.
A “la Antígona” le quedan cuatro funciones en el Teatro la Capilla (Madrid #13, Coyoacán, Ciudad de México) después comenzará su gira por la República y esperamos tener oportunidad de reflexionar sobre el impacto del mensaje en las provincias.
Notas
[1] El teatro posmoderno sugiere utilizar el mínimo indispensable de elementos para enfatizar la temática y sobretodo el dominio escénico del intérprete, como si se tratara pues, de una cuestión de lucimiento. Aquí es curioso notar que los recursos elegidos coinciden con exactitud con los empleados en el montaje de Demasiado Cortas las piernas obra escrita por Katja Brunner y dirigida por David Gaitán. Dicho montaje habría finalizado sus funciones apenas unos meses antes y sería protagonizado  entre otros actores por la misma Cecilia Ramírez Romo. Nos gustaría comprender el porqué de la repetición de motivos, estilo narrativo, manejo corporal e incluso el sonido de la guitarra eléctrica interpretando rock en vivo por la protagonista (en Demasiado Cortas… lo haría Harif Ovalle) ¿comodidad, imitación o pertinencia? ¿coincidencia generacional y estilística?

jueves, 11 de junio de 2015

Nota La Antígona / El Alebrije Por: Jade Cuellar

Nota La Antígona

http://elalebrije.net/2015/06/05/la-antigona-mas-que-una-presa-politica-una-presa-de-conciencia/



LA ANTÍGONA, MÁS QUE UNA PRESA POLÍTICA, UNA PRESA DE CONCIENCIA.


Por: Jade Cuellar

A2Los pensamientos son su única compañía. Presa en una celda en cualquier prisión mexicana, se encuentra una mujer que está viviendo un proceso penal.

Ella, rodeada de pensamientos, ideas perdidas, ideales muertos, recuerdos, añoranzas, es considerada una presa política. Pero más que eso es una presa de conciencia. Su única compulsión  es contar historias que expliquen el porque esta en ese lugar. Narra el mito de Antígona  que cobra vida a través de la voz de tres personajes distintos para entenderse así misma.
La Antígona es un ejercicio escénico, unipersonal que involucra a una actriz (CeciliaA5Ramírez Romo), en  el que ejecuta  un discurso político y ético; que esta íntimamente relacionado con el entorno social que se vive en México.
La puesta en escena puede interpretarse como una representación  de la revolución en la que una clase medio oprimida se subleva contra el sistema que considera injusto y lucha hasta morir por conseguir un cambio que proporcione  mejores condiciones de vida.
A3La obra corre bajo la dirección de Pilar Couto, con esta puesta han participado en diversos festivales entre los que destacan Festival Internacional Cervantino, Festival de las Artes en Valparaiso, Chile. Festival Internacional de Santa Lucía y el Encuentro de Creadores Teatrales Independientes.
La Antígona, tendrá una temporada del 3 de junio al 8 de Julio, los miércoles a las 8 pm en el teatro La Capilla, ubicado en la calle Madrid Nº 13 Col. Coyoacán.

martes, 9 de junio de 2015

Nota: Galería Reptante Por: David V. Estrada

Un texto de David V. Estrada

Nos regodeamos en una verdad de ficción, en un microcosmos que no se explica ni por sí mismo. Nos gusta dejar a terceros las decisiones que nos corresponden. Dejamos crecer el globo piñatero de la democracia y esperamos que jamás nos toquen las vicisitudes de las que hablan los revoltosos que de pronto se aparecen para robarnos la cotidianidad de nuestra tóxica vida de citadinos. Creemos que existe una ley y que existen los designios de tiempos mejores para tiempos perdidos. De pronto las leyes se quiebran, de pronto los designios se esfuman en el futuro a corto plazo.

Uno podría pensar que nuestra gente de teatro de pronto es bien clavada en sus raíces y en su formación como gente de escena y que por eso rinden y rinden tanto homenaje a los trágicos griegos. En parte es cierto y en parte conocen la vigencia que dichas piezas tienen en países eternamente colocados en la vía del subdesarrollo, así como el nuestro, donde persiste la sinrazón del poder desmedido y la creencia de que a todos se los va a cargar el payaso porque aún existe el poder soberano de un dios, aunque en estos tiempos, lo superior es lo ajeno a las leyes del hombre, es lo propio a la lógica y la conciencia humana.

La Antígona, un monólogo que toma como punto de partida un injusto caso basado en la vida real de una chica detenida en las movilizaciones de protesta del 1 de diciembre de 2012 en "El palacio legislativo de San Lázaro", narra las vicisitudes de la presa, pasando por la forma en que dentro del recinto de reclusión, tomó el mote de La Antígona por ser ella una especie de juglar que contagió a las internas con la pasión por la historia de la hermana de Polinices e hija del mítico Edipo.
Si ya pasamos por una revolución que buscó la abolición de una dictadura que sobrepasaba los intereses de un ente extraño y poco unido denominado pueblo. Si ya pasamos por una guerra sanguinaria de independencia que buscó la emancipación de una monarquía ajena a la tierra que habitamos. Si contamos con esos precedentes tan vigentes en la historia oficial de nuestro país, cómo es posible que día a día siga habiendo tanta injusticia y chingadera en todas las capas de los estratos sociales, políticos y económicos de México. Eso se cuestiona La Antígona, dando voz a múltiples perrsonajes dentro de su celda a la historia narrada por Sófocles hace 25 siglos.

Dado el caso reciente de Ayotzinapa en donde más de 43 estudiantes fueron desaparecidos y supuestamente incinerados en un basurero de Cocula Guerrero por protestar en contra de un gobierno caciquil, y dado el caso de diversos enfrentamientos, ejecuciones y desapariciones por parte del crimen organizado y las fuerzas del Estado, nuestra nación se sigue consolidando como una fosa clandestina de cientos y cientos de Polinices, hermanos sin santa sepultura, que dan como resultado Antígonas que pregonan por justicia y que caen en la locura desenfrenada al toparse con un muro infranqueable, una ley que no sirve para acatar lo que pregona, sino para consolidar el estado perfecto de la imposición del más fuerte, ruin y despiadado.

Es La Antígona un ejercicio teatral de Cecilia Ramírez Romo, fina y extenuantemente dirigido por Pilar Couto, en donde se echa mano de material audiovisual de la prensa para documentar el reino del Tebas actual donde vivimos. La obra se presenta todos los miércoles a las 20:00 hrs. hasta el 8 de julio en el Teatro La Capilla, ubicado en la calle de Madrid #13, Col. Coyoacán. México DF.

Nota Estreno La Capilla Por: Roberto Sosa.

La Antígona

Es una presa política, fue detenida por su activismo, por defender sus ideas, por protestar en contra del gobierno; fue detenida por levantar la voz. En prisión le gustaba contar historias, su favorita es la de Antígona, por eso le pusieron “La Antígona”.
Antígona carga el peso de ser hija de Edipo; sus hermanos Eteocles y Polinices, se matan entre ellos, uno en manos del otro por el trono de Tebas. Su tío Creonte se convierte en rey y decide dejar insepulto a Polinices. Antígona escarbará la tierra con sus uñas para dar sepultura a su hermano.
CeciLia Ramírez Romo escribe y actúa La Antígona, un trabajo unipersonal con la analogía entre los dos personajes; Antígona es el pretexto para contar una historia de injusticia y dolor. Ramírez Romo conoció a la joven presa y decidió seguir su caso: “porque me puede suceder a mi”. Escribe la dramaturgia con la visión de una mujer comprometida con su realidad, con responsabilidad y con la necesidad de expresarse. Detrás del texto, se nota el arduo trabajo que desarrolló Cecilia en su elaboración.
Desde el escenario, el trabajo de la actriz es con pasión y entrega, con fuerza interpretativa; el sudor que escurre por su cuerpo, moja el escenario, como la sangre de los miles de muertos mojan el suelo de México. Las metáforas aparecen en muchos sentidos y en todo momento durante el desarrollo de la obra para recordarnos –desde su perspectiva-, lo jodido que está nuestro país.
La dirección es de Pilar Couto, en su trabajo se entiende la empatía con el texto y la afinidad de pensamiento con la actriz. Transitan por el mismo camino, en una sola dirección. Ven hacia un mismo punto. La visión de dos mujeres (esto me ha llamado siempre la atención) con los dos personajes femeninos. La mirada de mujeres, que ven a otras mujeres (y no es para nada un discurso feminista).
En su formación artística, Couto tiene fundamentos para dirigir con certeza y sensibilidad; la narración lo transforma en orgánico y lo evoluciona en un discurso emotivo (se siente la enseñanza de maestros como Eugenio Barba); utiliza la multimedia, un elemento que aporta imágenes y números para complementar el sermón escénico. Una puesta en escena –así la veo- redonda y equilibrada.
La Antígona es un monólogo, pero su voz no está sola, es la de miles de mujeres que han sido calladas; es la voz de las presas, las secuestradas, las violadas… las muertas; el discurso es hacia dentro, consigo misma, para que desde sus entrañas salga un grito enorme, que se escuche por el todos los rincones de este país. El escenario teatral es el medio. “Ojalá todo se solucionará con un telón en la espalda…”
Con la producción de Rebeca Trejo, La Antígona se presenta en La Capilla Teatro, Madrid 13 en Coyoacán, del 3 de junio al 8 de julio. Funciones los miércoles a las 20:00 horas.